EL SENTIDO DE DIOS.
¿Cómo se le explica a un ciego de nacimiento la diferencia entre un color y otro? Más importante aún, ¿cómo explicar la sensación que uno experimenta al ver una obra maestra, o un hermoso paisaje, el mar en día de tormenta, un paisaje nevado en invierno? Igualmente, es imposible describir la belleza de una cantata de Bach, o una sinfonía de Beethoven a un sordo, o expresar en palabras lo que siente un niño al escuchar la canción de cuna de su madre.
Para apreciar el arte o la naturaleza, se precisa el sentido de la vista. Para entender la belleza de la música hay que ser capaz de escucharla con el sentido del oído.
¿Cuál sentido tenemos que nos permita sentir a Dios?
Si todas las cosas que mencioné recién son imposibles de describir, ¿cuánto más imposible será expresar la naturaleza, las cualidades o las intenciones de Dios? No tenemos el lenguaje capaz de expresar lo inefable. No tenemos ese sentido que nos abra el camino para comprender lo divino.
Es por eso que los mí