6. LA LEY, LA LIBERTAD Y LA SOBERANÍA
El hombre que ansía la libertad, la libertad completa, debe recordar que todos los demás hombres también la anhelan. Los grupos de mortales amantes de la libertad, no pueden convivir en paz a menos que los integrantes se sometan a leyes, normas y reglamentaciones que garanticen el mismo grado de libertad para cada uno de ellos, salvaguardando al mismo tiempo igual grado de libertad para todos sus semejantes. Si un hombre es absolutamente libre, entonces otro habrá de ser un esclavo absoluto. La relativa naturaleza de la libertad es verdadera, social, económica y políticamente. La libertad es el don de la civilización, hecho posible por el vigor de la LEY. La religión permite la realización espiritual de la fraternidad de los hombres, pero hace falta un gobierno humano que regule los problemas sociales, económicos y políticos, relacionados con ese objetivo de felicidad y eficiencia humanas. Habrá guerras y rumores de guerras —las naciones se alzarán unas contra otras— mie